Más de 50.000 casos de viruela del mono fueron registrados desde la aparición del brote de este año, indicó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más de la mitad de los contagios están reportados en América.
Según la página de la OMS en la que se recogen todos los casos confirmados, hasta el 31 de agosto se habían notificado 50.496 contagios y 16 decesos causados por esa enfermedad, cuyo último brote fue declarado emergencia de salud pública internacional por la agencia de la ONU.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que el declive de nuevas infecciones podría ser una prueba de que se estaba frenando el brote. “En las Américas, donde se registraron más de la mitad de casos reportados, varios países continúan asistiendo a un aumento del número de infecciones, pero es alentador ver una tendencia sostenida a la baja en Canadá”, manifestó Tedros en rueda de prensa.
“Algunos países europeos, como Alemania y Países Bajos, también están viendo una clara desaceleración del brote, lo que demuestra la eficacia de las intervenciones de salud pública y del compromiso comunitario a la hora de rastrear infecciones y prevenir la transmisión”, agregó.
“Estas señales confirman lo que hemos venido diciendo constantemente desde el comienzo: que con las medidas adecuadas, este es un brote que puede frenarse”, apostilló. “No tenemos que vivir con la viruela del mono”, añadió.
Desde principios de mayo, se empezaron a reportar casos de viruela del mono fuera de los países africanos en los que la enfermedad es endémica. Los contagios aumentaron.
Algunas secuelas
Síntomas • Aunque la viruela del mono causa sobre todo lesiones cutáneas y fiebre, las personas que la han padecido sufren repercusiones psicológicas relacionadas con la enfermedad, según afirman varios enfermos y médicos.
Riesg “No se sale indemne de una enfermedad que te ha hecho mucho daño, encerrado durante tres semanas y, además, con el peso de la discriminación”, dice Corentin Hennebert, de 27 años, que fue uno de los “primeros casos” en Francia.
AFP