Después de 10 meses del cruel feminicidio de Mayerly, con pruebas contradictorias, el celular de la víctima perdido y dos acusados el caso llegó a puertas del juicio. Se espera que en próximos días se realice el sorteo del tribunal.
“La Fiscalía presentó un requerimiento conclusivo de acusación formal por feminicidio en contra de Matusalén M.L. y Roberto H.Q. La acusación se hizo con base en todos los elementos recolectados en la etapa preparatoria, como los informes de acción directa, el acta de levantamiento de cadáver, indicios materiales, informes policiales de Inteligencia y otros que establecen la participación”, dijo el fiscal del caso Edwin Sarmiento, en conferencia de prensa.
Sin precisar el grado de autoría de cada uno de los acusados y las pruebas que lo demuestran, afirmó, ante las consultas de la prensa, que ambos fueron autores y que esto será sustentado ante el tribunal en el juicio oral.
Mientras la familia de la víctima pide justicia, la defensa del principal acusado (Mantusalén M.L., quien ya fue sentenciado por violación y asesinato de una niña) busca que su cliente sea juzgado en grado de complicidad. El abogado del otro acusado (Roberto H.Q.) advierte que al inculpar a su defendido como principal autor se busca conseguir una condena menor o la libertad para quien considera es el verdadero asesino.
El director de los Servicios Integrales de Justicia Plurinacional (Sijplu), Aldo Tórrez, patrocinador de la familia de la víctima, indicó que -a diferencia de la acusación fiscal- la parte querellante prepara, por el momento, la acusación particular solo en contra Matusalén.
“Nosotros vamos a presentar nuestra acusación particular una vez que se haga la radicatoria del expediente. Eso quiere decir que estamos a días de poder solicitar la audiencia de juicio oral. Todos los elementos colectados -cuchillo, celulares y declaraciones- hacen que tengamos suficientes elementos para señalarlo como autor y conseguir la pena de 30 años”, manifestó.
Pruebas y contradicciones
La mañana del 6 de septiembre de 2021, el país entero se estremeció ante el cruel asesinato de Mayerly C.Q., una joven de 18 años que salió de su hogar -24 horas antes- para encontrarse con su expareja Matusalén M.L. Su cuerpo fue hallado sin vida, desmembrado y esparcido al interior del bosquecillo de Inca Llojeta, en La Paz. Las pericias señalaron que el cruel asesinato fue perpetrado a las pocas horas de salir de su casa.
Casi de inmediato la Policía aprehendió a dos personas, Matusalén M.L. y a Roberto H.Q. Mientras que el primero era la expareja de la joven, el segundo, días antes del hecho, había mantenido un intercambio de mensajes con la víctima, aunque hasta la fecha niega haberla conocido personalmente.
Desde entonces tres fiscales ya pasaron por el caso, desde Dubraska Jordán, que tuvo el primer contacto, hasta Edwin Sarmiento, que logró la emisión de la acusación formal.
“A la fecha nos encontramos con una acusación formal, hecha por el Ministerio Público en contra de dos autores, el principal, Matusalén M.L., y en segundo lugar mi cliente Roberto H.Q., que ya lleva nueve meses de detención preventiva. Durante el desarrollo de las investigaciones, si es que las podemos llamar así, porque vemos que no hubo una, no se ha podido comprobar su participación”, señaló el abogado defensor de Roberto H.Q., Jorge García.
Las pesquisas señalan que Mayerly fue ahorcada con una cuerda y luego desmembrada. Su corazón le fue arrancado con un arma cortopunzante.
En el marco de las investigaciones, se colectó una serie de elementos que tenían que ver con este hecho. Los mismos debieron ser sometidos a diferentes peritajes para comprobar la autoría del crimen y el grado de participación de cada uno de los acusados.
Entre los elementos están: un lazo, un cuchillo, una zapatilla con manchas de sangre, prendas íntimas, los dos celulares de los acusados, la ropa que vestían ese día y los exámenes forenses físicos y psicológicos de la víctima y los dos presuntos autores.
Página Siete verificó que no todos los resultados de las pruebas se encuentran en el cuaderno de investigaciones. Además, hay vacíos entre algunos de los informes y la acusación.
“Hay cosas elementales que no se establecieron. Por ejemplo, se encontró un cuchillo que sería el arma en el crimen, pero no se le hizo la prueba dactilar para obtener las huellas y ver a cuál de los dos acusados pertenecen. También se halló fluidos, de acuerdo al certificado forense y la autopsia, pero la Fiscalía no se dio a la tarea de saber a quién le pertenecen. En la ropa, colectada en distintos allanamientos, se halló sangre, pero no se sabe si es de Matusalén, Roberto o la víctima”, dijo.
García añadió que ante este panorama, solicitó la realización de estos peritajes, pedidos que le fueron rechazados.
En contradicción, la defensa de la víctima y la Fiscalía aseveran que hay pruebas objetivas y científicas y no solo indicios. Pero, ambas partes difieren en a quién inculpan estas pruebas.
“Se practicaron pericias a los diferentes elementos colectados en la investigación, hay pruebas materiales y biológicas que fueron recolectadas en la autopsia, la toma de muestras de sangre de la víctima y las actas de allanamiento que han sido ejecutados en los domicilios de ambos acusados. Está el registro del lugar del hecho, la reconstrucción e inclusive las propias declaraciones de los familiares que han sido citados ante la Fiscalía y en las que hay contradicciones”, sostuvo Sarmiento.
Sin precisar los resultados exactos, afirmó que las pruebas muestran la participación de ambas personas. Adelantó que la investigación advirtió que la joven también presentaba contusiones, por lo que el cuchillo no sería la única arma usada.
Desde el Sijplu, Tórrez explicó que como defensa de la víctima lograron revisar los resultados de genética, de huellas dactilares y varios informes y pericias que serán presentadas en el juicio oral. Sin embargo, aclaró que con lo visto no se pudo establecer la participación de ambos acusados, sino solo de uno, Matusalén. Dijo que las pruebas que presentarán al tribunal revelarán cómo se logró señalarlo como autor.
“No nos estamos basando solo en pruebas indiciarias, como testigos o supuestos, tenemos pruebas objetivas y científicas, remitidas por el IDIF, que hace que nosotros podamos acusar a una persona”, manifestó.
Consultado sobre si las pruebas revisadas por su equipo establecían a Roberto como autor del crimen, respondió que no. Acotó que por el momento se reservan de presentar antecedentes o argumentos para acusarlo.
“Eso lo vamos a analizar con la familia de la víctima y con base en la documentación, luego veremos si también lo acusamos. Pero la línea, en este momento, es que no tenemos elementos para acusarlo. Tenemos que decirlo de forma clara y lo vamos a poner de forma objetiva en el documento de acusación particular”, apuntó Tórrez.
Añadió que en el juicio oral ampliarán la prueba testifical y ratificarán algunas pericias presentadas por el Ministerio Público.
“Queremos ver que se disponga una sentencia de 30 años para este ciudadano (Matusalén M.L.), que en el desarrollo de toda la investigación ha intentado indicar que no es el autor del crimen. Pero tenemos suficientes elementos para señalar que él es autor principal del hecho”, sostuvo.
La confesión y los celulares
Cuando Matusalén M.L. fue aprehendido, se negó a hablar, pero al pasar las horas decidió confesar y al presentar su declaración indicó que no actuó solo, sino con Roberto, a quien acusó de ser el autor principal.
“Mi defendido (Matusalén) no le quitó la vida a la víctima, al contrario, el autor fue el otro coacusado (Roberto). Este ciudadano no tiene ningún antecedente y lo que le perjudica a mi defendido es que sí lo tiene, por un delito anterior del cual no tengo conocimiento. Eso agravó su situación jurídica. Pero en todo momento, a diferencia del coacusado que durante la etapa preparatoria guardó silencio, manifestó que no fue el autor”, señaló a los medios la abogada Mónica Irusta.
Explicó que en algún momento conversó con su cliente de optar por un juicio abreviado, pero que él se negó porque sostiene que no es el autor. “Quien victimó a la joven fue el otro ciudadano y eso lo vamos a determinar en el juicio oral. Estamos a la espera de la fecha porque se está sorteando tribunal”.
El criminólogo Emilio Viscarra difiere de esa hipótesis. El experto fue el encargado de realizar el perfil de Matusalén, pericia que está entre las pruebas del caso.
En una entrevista que duró más de tres horas, el aprehendido reveló que fue el único autor del crimen. Entre el relato y los tests que le fueron practicados se advirtió que el móvil fue “odio y rencor”.
“Él es el autor; planificó, tenía el motivo, ejecutó y trató de ocultar el hecho. Acusa a la otra persona porque, según él, era la nueva pareja de la joven. En su celular tenía guardada una conversación que Mayerly tuvo con Roberto en Facebook días antes y un video de la muerte de la muchacha”, afirmó.
“El día del hecho (5 de septiembre) mi esposo estaba conmigo y su hermana. Hay cámaras que pueden mostrar dónde estábamos, por dónde hemos andado. Hemos adjuntado eso al cuaderno de investigaciones. Nosotros hemos pedido que se hagan las pericias genéticas. Si él fuera culpable no estaríamos solicitando que se someta a los exámenes”, manifestó la esposa de Roberto H.Q., Ximena Choquehuanca.
Desde hace nueve meses que visita a su esposo en el penal de San Pedro, a diario. Cuando él fue detenido preventivamente ella cursaba su quinto mes de embarazo. Desde entonces se la pasa yendo y viniendo entre las oficinas de la Fiscalía, del abogado y del investigador del caso.
Página Siete accedió a un informe elaborado por este último. Se trata de un resumen de la triangulación de llamadas que se hizo a los celulares de la víctima y los dos acusados. La pericia fue hecha en diciembre de 2021, pero el último informe fue firmado el 7 de marzo de 2022.
Este documento explica que de la pericia se desprenden cuatro puntos importantes. Dos de ello se centran en determinar si hubo comunicación entre las tres personas, los días 5 y 6 de septiembre de 2021. Se estableció que Mayerly tuvo comunicación con Matusalén, pero no con Roberto, a quien se sitúa en la zona 16 de Julio.
El informe no hace referencia a la localización del celular de Mayerly, que hasta la fecha no fue encontrado. Al día siguiente del asesinato, desde ese aparato se mandaron mensajes al teléfono de la madre de la joven, simulando ser Mayerly, que decían que se iba de casa. Se presume que los mensajes fueron enviados por Matusalén para cubrir el crimen.
Consultado por estas dos pericias, Sarmiento manifestó: “Para hacer esta acusación formal, la Fiscalía vio de forma integral todos los elementos de convicción y no de forma aislada. Si su defensa considera que es inocente, lo debe demostrar en el juicio con pruebas. La Fiscalía va a sostenerse en las acusaciones”.
Evitar la impunidad
Ley • El 4 de julio, el presidente Luis Arce promulgó la Ley de Protección de Víctimas de Feminicidio, Infanticidio y Violación de Infante, Niña, Niño o Adolescente que dispone nueve medidas para evitar que los autores salgan de las cárceles.
Protección • Las medidas van desde sanciones más duras para jueces que faciliten la liberación de agresores, hasta la eliminación de la detención domiciliaria u otras que permitían la salida de los asesinos o violadores de las cárceles.
Página Siete