Trabajadores de la Planta de Carbonato de Litio en el Salar de Uyuni denunciaron una serie de abusos de la empresa subsidiaria china Maison CMEC Bolivia, además de GHJ, Dimalog y Uniser SRL, que operan en el lugar que, según ellos, no cumplen la normativa boliviana de contratación.
En protesta, los empleados realizaron un paro de 72 horas, ayer intervino un funcionario del Ministerio de Trabajo y se logró un preacuerdo, y los extranjeros se comprometieron a cumplir sus demandas.
No obstante, hay desconfianza en los trabajadores. “Exigimos cambiar el contrato civil por contrato laboral, ya que los trabajadores no gozamos de ningún beneficio social, como seguro médico, aportes a los fondos de pensiones y otros que corresponde a cada trabajador según las leyes bolivianas”, denunció uno de los movilizados.
Asimismo, los obreros, aproximadamente 70, revelaron que no cuentan con equipos de protección personal para operar y que se exponen a productos químicos tóxicos que atentan su salud. “Estamos expuestos a productos cancerígenos, radiación y no tenemos ningún tipo de protección”, protestaron.
Alertaron irregularidades en la obra. “Hacemos conocer que la construcción de este proyecto no se está cumpliendo con las normas y procedimientos de calidad (…) no existe fiscalización que garantice el buen funcionamiento de la planta. Por ejemplo, los trabajos de soldadura del personal chino no cumplen con las garantías estipuladas según las normas internacionales de calidad”, contó otro obrero que no quiso dar su nombre por temor a represalias.
Ayer por la tarde y con la medicación de un personero del Ministerio de Trabajo, los obreros lograron un acuerdo y ahora esperan que la empresa cumpla.
Página Siete