La institucionalidad del Tribunal Supremo Electoral (TSE) está nuevamente en duda. La renuncia imprevista de la vocal María Angélica Ruiz deja en evidencia la posible falta de independencia y presiones en el Órgano Electoral. Sectores consideran que ahora esta institución está en manos del Movimiento Al Socialismo (MAS).
La exvocal Ruiz presentó su renuncia a través de una carta remitida al vicepresidente y presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional, David Choquehuanca. En la misiva se refiere a los logros alcanzados, pero señala que las condiciones actuales no dejan avanzar.
“Me siento orgullosa y satisfecha por el trabajo y metas alcanzadas en estos dos años y cuatro meses de gestión. Sin embargo, veo que -con las actuales condiciones- ya no me será posible seguir avanzando”, señala en su misiva.
Agrega que le gusta asumir desafíos y nuevos retos, por lo que considera la posibilidad de trabajar en proyectos de incidencia en la “humanización de lo no humano, en el logro de cambios positivos de conducta, de actitudes, con valores democráticos, en que los protagonistas sean las personas mismas despojadas de todo apasionamiento y manipulación política”.
Con la renuncia de Ruiz, es la tercera que se da en el TSE, primero fue Salvador Romero Ballivián y luego Rosario Baptista, quien denunció una serie de irregularidades en el Órgano Electoral.
Vocales afines
Algunos vocales del Tribunal Supremo Electoral fueron cuestionados por presumiblemente tener cierta afinidad con el gobernante MAS.
Los observados son Dina Chuquimia (designada por el presidente Luis Arce); Daniel Atahuachi, quien trabajó de manera directa con el exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, y Francisco Vargas, acusado por la alianza Creemos de pactar la fecha de los comicios electorales de 2020 con el MAS.
A los pocos días de haber sido nombraba por Arce, Chuquimia expresó que, en su opinión, no hubo fraude electoral en 2019 y cuestionó el rol de la OEA.
“Yo les digo a aquellas personas que presentaron las denuncias de fraude, también tendrían la obligación de demostrar el fraude que hubo”, dijo.
Atahuachi y Vargas enviaron una carta a la Asamblea Legislativa en la que sugirieron que se redacte una ley que señale la fecha de las elecciones nacionales para el 18 de octubre de 2020. Este hecho fue observado por el entonces presidente del TSE, Salvador Romero, quien señaló que fijar la fecha para las elecciones no requería una norma y que era competencia del OEP.
Ambos vocales también fueron disidentes en la decisión de habilitar a Manfred Reyes Villa como candidato a Alcalde por Cochabamba.
El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, lamentó las declaraciones de Carlos Mesa, quien a través de su cuenta de Twitter afirmó que, con la dimisión de la vocal María Angélica Ruiz, “el TSE está a merced del MAS”.
Sostuvo que desde hace un decenio hasta ahora, la oposición mantiene este mismo discurso.
Carlos Mesa lamenta decisión de Ruiz
El expresidente y líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, manifestó a través de sus redes sociales que la intempestiva renuncia de la vocal Angélica Ruiz coloca al TSE a la “merced del control masista”.
“La intempestiva renuncia de la vocal Angélica Ruiz vuelve a colocar al @TSEBolivia a merced del control masista y devela una profunda crisis institucional no resuelta desde el fraude monumental de 2019”, expresó a través de su cuenta de Twitter. Respecto a la renuncia de la vocal Rosario Baptista dijo que “le ha regalado, le ha entregado al MAS. No estoy criticando su renuncia, estoy simplemente poniendo en evidencia un hecho que es altamente preocupante: el MAS controla hoy todos los órganos del Estado”.
Con la renuncia de Ruiz quedan Óscar Hassenteufel, Nancy Gutiérrez, Francisco Vargas, Daniel Atahuachi y Dina Chuquimia
Los Tiempos