Las ciudades de El Alto, Trinidad y Cobija tienen los porcentajes más bajos de aplicación de las vacunas anticovid. En estos municipios, muchos ciudadanos rechazan las dosis pese a los riesgos de la enfermedad de la covid.
Especialistas advierten que la gente no acepta el inoculante por la desinformación o la falta de capacidad en la administración de las dosis.
“En Trinidad se relajaron las medidas de protección. Creen que ya no hay casos. Es una falsa impresión. No creen en la vacuna, hay mucha desinformación y no se puede obligar a las personas a recibir las dosis. Se curan con remedios naturales y los que no logran vencer el mal se mueren. Hay muchas personas que fallecieron, incluso médicos”, dijo a Página Siete el epidemiólogo y médico del hospital Germán Busch Wilfredo Camargo.
Según datos del Ministerio de Salud, El Alto sólo tiene un avance del 51% de aplicación de primeras dosis en su población mayor de 18 años. Trinidad registra 52% y Cobija reporta un 65%.
Con esos datos, El Alto, Trinidad y Cobija son las tres urbes con menos porcentaje de aplicación de las dosis. En el otro extremo, La Paz alcanza un 102% y Cochabamba tiene un 96% de su población vacunable. El promedio nacional de administración del primer componente llegó a un 79%.
Camargo aseguró que todavía hay “bastantes” personas que no desean la vacuna. “Creen en mentiras, como quedarse estériles, la implementación de un chip para ser rastreados o quedarse impotentes. Ni rogando se hacen vacunar, hay poca afluencia en los puntos”, dijo.
“Hay bastantes personas que no desean vacunarse. En su mayoría, los que fallecen tienen enfermedad de base. En lugar de afirmar que murieron por covid, (sus familiares) aseguran que perdieron la vida por diabetes, hipertensión u otros males”, declaró Camargo.
El exministro de Salud Guillermo Cuentas confirmó que una de las principales razones del rechazo a la vacuna es la desinformación. “Hay elementos de orden cultural, como la falta de acceso a la información que puedan tener los ciudadanos de El Alto. Hay que tomar en cuenta que en esa urbe, en su mayoría, su población se dedica al comercio informal”, afirmó.
Consideró que la falsa información que se difunde en las redes sociales, en especial la que se relaciona con las creencias religiosas, provocó un impacto negativo en la campaña de vacunación.
La segunda razón se refiere a la capacidad instalada para aplicar las vacunas. “Por ejemplo, el municipio de La Paz que hoy en día tiene menos habitantes que la de El Alto ofrece una mejor capacidad instalada en centros de salud del sector público y la seguridad social”, dijo.
Ante esta situación, Camargo solicitó a las autoridades que el carnet de vacunación sea un requisito para realizar transacciones bancarias.
Cuentas también hizo la misma demanda. “El Gobierno, de una vez, debería implementar medidas coercitivas para ampliar los niveles de vacunación. Por ejemplo, que sea un requisito para viajes interdepartamentales y otros”, aseguró.
Los casos
El ministro de Salud, Jeyso Auza, atribuyó el incremento de casos de covid, en especial en el oriente del país, a las movilizaciones convocadas para pedir la abrogación de la Ley 1386.
“Es un total riesgo para la salud del pueblo que se estén produciendo estas aglomeraciones. (…) A veces con enfrentamientos y bloqueos que dificultan la distribución de vacunas y el traslado del personal de salud de un lugar a otro”, aseguró.
Ayer, la entidad gubernamental registró un incremento del 21% de los casos de covid en el país. Según el Ministerio de Salud, Santa Cruz continúa llevando al país a una cuarta ola.
En el informe, según Auza, la mayor cantidad de casos se concentra en Santa Cruz, que la pasada semana presentaba 2.529; es decir, un 48% del total nacional, siendo la octava semana consecutiva de crecimiento de casos.
Auza recordó que, en la primera ola, la tasa de letalidad alcanzó el 6,2%, es decir que, en promedio, seis de cada 100 personas contagiadas perdieron la vida; en la segunda, la tasa de letalidad fue de 2,7% y en la tercera ola fue de 2,8%. Desde el inicio de la cuarta ola hasta el momento se tiene una reducción de un 0,8%. “Estos resultados se deben al trabajo realizado para proteger la salud del pueblo boliviano y nos permiten afirmar que la vacuna es efectiva, segura y que nos ayuda a salvar vidas”, explicó.
Página Siete