Juana Olivera, directora del Instituto de Formación Integral (Iffi) de Cochabamba, calificó como un retroceso para los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres la resolución que emitió la Corte Suprema de Estados Unidos, revocando el derecho al aborto en ese país, dejando sin efecto la sentencia conocida como Roe contra Wade, aprobada en 1973.
Es más, la directora del Iffi dijo que una vez más se atenta de manera “deplorable” la autonomía y capacidad de decisión de las mujeres, respecto a su cuerpo en las múltiples dimensiones que esa independencia se manifiesta.
“Por los datos recogidos, creo que más del 50 por ciento de la población de Estados Unidos no está de acuerdo con esta disposición, por lo que debería respetarse la opinión de la mayoría. Considero que marca un hito nefasto para el resto de los países, porque definitivamente le otorgará mucho más poder a los grupos conservadores que no sólo existen en nuestro país, sino en otras latitudes”, sostuvo.
Olivera indicó que no se entiende cuál es el sentido del ejercicio de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, tampoco el sentido de concepto de autonomía puesto que se sigue queriendo normar sobre las decisiones y los cuerpos de las mujeres.
“Definitivamente no se entiende la noción de derecho sobre este tema”, enfatizó.
Más adelante, aseguró que la determinación de la Corte Suprema de Estados Unidos va a incidir en el nivel de postura y confrontación que la propia sociedad maneja en la región, tomando en cuenta que gran parte de sus habitantes están desinformados acerca de los derechos de la mujer.
“Pienso que va a alimentar y fortalecer las posturas de los grupos convencionalistas, quienes definitivamente han marcado la agenda política de las mujeres, ya que siguen manejando un enfoque absolutamente conservador y que ignora el ejercicio de derechos de las mujeres pensando únicamente desde un enfoque familista, matizado por una serie de prejuicios de orden moral, ético. En ese sentido, creo que se va a reconfigurar la agenda política de las mujeres y los propios estados y la sociedad en general”, añadió.
Sobre la legislación del aborto en Bolivia, Olivera explicó que hasta la fecha no se ha observado avances en el ejercicio de derechos de las mujeres, porque existe una serie de movimientos fundamentalistas que permanentemente hostigan a diversas organizaciones de féminas, atentando y amenazando la vida de las activistas con el propósito de que abandonen esta reivindicación, que considera legítima en la intención de ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.
Sobre un posible cambio en la normativa en el país, Olivera considera que en el futuro habrá cambios porque desde hace tiempo varias organizaciones han estado impulsándola, aunque chocan con una serie de barreras y prejuicios que van desde lo mínimo hasta lo más grande.
“Estoy hablando de las instancias y jerarquías que existen en nuestro país. Incluso los propios médicos, teniendo la normativa como respaldo, en el caso de violación a niñas se ha visto que no quieren proceder con el aborto legal, entonces se presenta la objeción de conciencia, ¿y qué ocurre con los derechos de esa niña, a quién le interesa sus derechos? “, subrayó, a tiempo de advertir que la problemática de género no sólo se aplica a las mujeres adultas o jóvenes, puesto que aborda todos los grupos sectarios y etapas que tienen las mujeres a los largo de su vida y “en ese proceso están involucradas niñas, bebés, incluso hemos visto que se las viola, pero nadie quiere asumir esa labor que todo el mundo quiere tapar, encubrir, y no obstante existe; muchas mujeres en Bolivia y el mundo cada pierden la vida porque recurren a abortos clandestinos”.
Advirtió que es un problema de salud latente en el país y no “podemos hacernos la vista gorda y pensar que esto no existe”.
Los Tiempos