Explotación sexual: 85% de víctimas ven en la familia el origen de vulnerabilidad

De 100 adolescentes entre los 14 y 17 años de edad que han sido víctimas de explotación sexual comercial, el 85% identifica que la familia (violencia, agresiones sexuales, muerte y desintegración) es el origen de la situación de vulnerabilidad, según el estudio Análisis Situacional sobre la Explotación Sexual Comercial en Bolivia (2021).

Los consultados indicaron -además- que no encontraron el respaldo y el apoyo necesario en la familia para el cumplimiento de sus proyectos de vida, de acuerdo con la investigación.

“La familia (cuidado y amor) juega un rol fundamental proporcionando seguridad y afecto a las personas. Son elementos indispensables para un buen funcionamiento psicológico, tanto social como personal. Las niñas, niños y adolescentes no sólo tienen el derecho a la vida, sino también a la calidad de la misma y a un ambiente sano en condiciones de dignidad y goce de todos sus derechos en forma prevalente para su desarrollo integral”, añade el documento.

Este estudio -que contó con la participación de 11 investigadores- fue realizado en el marco de un trabajo de colaboración complementario y de asociación interinstitucional entre ICCO Cooperación “Programa Down To Zero”, la Fundación Educación y Cooperación – Educo mediante el Programa Tejiendo Redes Seguras – Protejeres que cuenta con el financiamiento de Aecid y Cáritas Suiza-Bolivia “Programa Tejiendo Redes Seguras de NNA”.

Según el estudio, durante la cuarentena se observó el incremento de agresiones sexuales y de violencia extrema hacia los menores de edad en Bolivia. Esta situación implicó que varios niños, niñas y adolescentes escaparan de estos contextos violentos exponiéndose a situaciones de captación o inducción de explotación sexual comercial.

“Mi familia era muy complicada. Todo el tiempo mis papás discutían y peleaban. Mi mamá se desquitaba conmigo todo el tiempo. Por eso salí de mi casa y llegué a la calle, donde conocí a varias muchachas que estaban en esto y así me iniciaron”, relató una víctima que fue entrevistada para la elaboración de la investigación.

¿Cuáles son los factores de vulnerabilidad desde los niños, niñas y adolescentes en alto riesgo? Según los resultados del estudio de investigación, la mayor parte (38%) identifica que la violencia familiar es una de las causas para que los menores de edad sean víctimas de explotación sexual comercial.

Un 32% menciona que la ausencia de instituciones de apoyo y protección representa un factor de vulnerabilidad. Por otra parte, los consultados evidencian que las agresiones sexuales (11%) son una causa determinante. Pese a vivir en condiciones de pobreza, un 60% del grupo en riesgo no la destaca como un factor vulnerable. Tal vez porque priorizan la violencia en su familia y la ausencia de instituciones. Por eso se sienten desprotegidos e ignoran su condición económica. Ello implica que una gran mayoría de los entrevistados sufre violencia o maltrato que quedan sin denunciar, según el trabajo de investigación.

“En mi municipio sólo una persona está atendiendo en la Defensoría. A ratos abren, a ratos cierran. No hay una buena atención. La anterior vez con mi mamá quisimos ir a denunciar a mi padre porque no me pasa pensiones y no hicieron nada hasta ahora y son más de tres meses”, dijo una de las víctimas.

Para el estudio, los investigadores entrevistaron a 112 operadores de justicia de defensorías de la Niñez y Adolescencia, las divisiones de Trata y Tráfico de Personas de la Policía Boliviana, el Ministerio Público, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Gobierno y la Defensoría del Pueblo de las diversas regiones.

¿Cuáles son los factores de vulnerabilidad desde los operadores de justicia? Un 53% considera que la pobreza es el mayor factor de riesgo para que una niña, niño o adolescente llegue a dinámicas de explotación sexual comercial. A ello se agregan dinámicas familiares disfuncionales asociadas en un 13% a violencia familiar, mientras un 11% menciona como un factor de riesgo la falta de instituciones que promuevan la protección de los menores de edad.

De acuerdo con la investigación, la mayor parte de las personas entrevistadas refiere que las condiciones económicas de las familias que no encuentran alternativas de sustento económico, obligan a que las niñas, niños y adolescentes desarrollen estrategias de sobrevivencia en las calles, ingresando en dinámicas de explotación sexual comercial. De este modo, validan la idea errónea de asociar la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes a una situación laboral. Esto genera estereotipos y preconceptos que perjudican la identificación y atención de víctimas.

“Incluso se puede validar la idea de ‘voluntariedad’. Por ello es necesario trabajar en normativas o capacitaciones y analizar los factores expulsores o que generan vulnerabilidad a fin de comprender la situación social de la víctima”, añade.

“En mi casa no teníamos qué comer, porque mi mamá tenía que mantenernos. Ella lavaba ropa para poder comprar comida. Una vez se enfermó y así yo fui a buscar trabajo con mis 15 años. Una señora me ofreció trabajo como niñera de los hijos de las señoras que trabajan en prostíbulos. Así comencé. Pero al final la señora me engañó porque era chica. Quería que esté con 20 personas por día y por eso me escapé”, contó una víctima.

Página Siete

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