Mientras el diputado masista Rolando Cuéllar presentaba su denuncia personal en contra de Gerardo García, videpresidente del MAS, por el delito de difamación y calumnia; la bancada de su partido emitía un pronunciamiento mediante el cual desautorizan al diputado como portavoz de la bancada; esta confrontación abierta denota un cisma dentro el principal partido de Gobierno.
“Tengo el (certificado) Rejap de que no registra ningún antecedente penal de violación de ninguna índole, (también) tenemos el certificado de antecedentes penales donde tampoco registra algún antecedente penal, en 20 días vamos a pedir al juez que se instale la audiencia de juicio para pedir la pena máxima que es tres años por difamación”, dijo el diputado a los periodistas en Santa Cruz.
El 27 de junio Cuéllar presentó una supuesta carta de Gerardo García a un conocido narcotraficante argentino al que agradecía las contribuciones económicas al partido. Al día siguiente García salió furibundo a los medios y calificó de estafador y violador a Cuéllar; este reaccionó con la presentación de una querella criminal.
Este lunes, luego que Cuéllar iniciara el trámite jurídico, en contra del vicepresidente del MAS, la bancada masista de este departamento se reunió y emitió un comunicado en el cual rechazan las afirmaciones de Cuéllar y desautorizan cualquier representación.
“Rechazamos los constantes ataques de desestabilización a nuestra estructura política de la derecha fascista en nuestro departamento de Santa Cruz. Aclarar que las declaraciones vertidas por el diputado Rolando Enriquez Cuéllar, en contra del Instrumento político MAS-IPPSP, son totalmente infundadas, particulares y personales, no son expresión de la bancada de Santa Cruz”, señala el pronunciamiento masista.
Rolando Cuéllar ya fue expulsado del MAS como militante y está en curso un despojo de su curul parlamentario, este recurrió al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) para invalidar su desafuero parlamentario. Sin embargo cuenta con el apoyo de los dos primeros mandatarios, quienes le mostraron su apoyo en varios momentos de crisis interna del masismo.
El Deber