El Banco Mundial otorgó un crédito de 300 millones de dólares en favor de al menos 130.000 familias productoras de Bolivia. El objetivo es incrementar la seguridad alimentaria, el acceso a mercados y la adopción de prácticas agropecuarias apoyadas de tecnologías modernas.
“La agricultura es un sector clave para la economía boliviana con un potencial significativo para reducir la pobreza rural y la dependencia en los sectores extractivos”, dijo la directora para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú del Banco Mundial, Marianne Fay.
El nuevo financiamiento otorgado al Estado boliviano corresponde a un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), con un plazo de vencimiento de 26 años y medio y un periodo de gracia de seis años.
El proyecto se complementará con una contraparte de 51,2 millones de dólares provenientes de Organizaciones Comunitarias Rurales (OCR), Organizaciones de Productores Rurales (OPR) y gobiernos municipales y departamentales.
Por otro lado, también se beneficiarán unas mil asociaciones comunitarias a través del Proyecto de Innovación para Sistemas Alimentarios Resilientes, con el que se pretende reducir la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. Se prevé insertar capacitación y tecnología en la actividad agrícola, se lee en una nota de prensa compartida por la institución financiera internacional.
Página Siete